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IDENTIDAD COLECTIVA

OBJETIVOS SOCIALES

La transición energética será con la gente o no será

La Graciosa no es solo un paisaje: es una comunidad. Con poco más de 700 personas censadas, su identidad colectiva es fuerte, su historia reciente está marcada por el esfuerzo, la resiliencia y la convivencia en equilibrio con un territorio limitado y frágil. Pero también es una isla sometida a presiones externas: un turismo creciente, desigualdades en el acceso a servicios básicos, y una estructura de gobernanza compleja y compartida entre múltiples administraciones.

Desde El Sol de La Graciosa entendemos que ningún proceso de transformación ecológica puede desligarse del bienestar, la justicia y la participación activa de sus habitantes. Por eso, colocamos a la comunidad graciosera en el centro de todos los cambios que proponemos: no hay soberanía energética sin soberanía ciudadana.

🧭 Protagonismo local: la energía de la gente

La transición energética debe estar impulsada por y para las personas que habitan La Graciosa. No basta con cambiar la fuente de energía: hay que cambiar también quién toma las decisiones, quién se beneficia de ellas y cómo se distribuyen esos beneficios. Queremos un modelo en el que la comunidad sea dueña de su futuro energético.

Propuestas clave:

  • Crear una comunidad energética local en la que los vecinos, comercios y entidades compartan la producción y gestión de energía limpia.

  • Garantizar el acceso justo a instalaciones de autoconsumo y herramientas de eficiencia energética, con especial atención a familias vulnerables.

  • Reforzar la autonomía de las decisiones a través de un modelo democrático de gobernanza energética.

Las acciones incluyen:

  • Instalación de placas solares en viviendas, locales comerciales e infraestructuras públicas.

  • Creación de microplantas solares para alimentar servicios críticos como la desaladora, la planta de residuos o la depuradora.

  • Incorporación de baterías para almacenar energía y garantizar el suministro continuo, especialmente en condiciones climáticas adversas.

  • Mantenimiento del cableado submarino como medida de seguridad y respaldo ante emergencias.

Esta transformación se fundamenta en el trabajo del Instituto Tecnológico de Canarias y el programa europeo Clean Energy for EU Islands, que reconocen a La Graciosa como un territorio prioritario para la transición energética justa y participativa.

👥 Participación real y gobernanza compartida

La complejidad institucional que rodea a La Graciosa (con competencias repartidas entre el Ayuntamiento de Teguise, el Cabildo de Lanzarote, el Gobierno de Canarias y el Estado) ha generado históricamente una sensación de abandono o desconexión por parte de la ciudadanía. Desde El Sol de La Graciosa queremos revertir esta lógica.

Impulsamos:

  • Mecanismos claros de participación vecinal en la planificación de la transición energética e hídrica.

  • Espacios de consulta y decisión en los plenos comunitarios del proyecto, abiertos a todos los residentes.

  • Coordinación directa con las administraciones públicas para hacer llegar la voz de la población a los órganos decisores.

  • Programas de transparencia y seguimiento ciudadano de los avances, inversiones y cambios normativos.

💡 Formación, sensibilización y cultura energética

La transición energética no puede ser solo técnica: debe ser también cultural. Cambiar los hábitos de consumo, fomentar la eficiencia, valorar la sostenibilidad… todo esto exige información, acompañamiento y formación continua. Solo una ciudadanía empoderada puede mantener un modelo energético justo.

Líneas de acción:

  • Talleres prácticos sobre ahorro energético, eficiencia hídrica y energías renovables adaptados a distintas edades y perfiles.

  • Campañas de sensibilización en colegios, centros sociales y espacios comunitarios.

  • Difusión de materiales educativos sobre sostenibilidad, resiliencia climática y derechos energéticos.

  • Formación especializada para profesionales locales en sectores vinculados a la transición verde (instaladores, técnicos, mantenimiento, etc.).

🛑 Combatir la pobreza energética y el acceso desigual al agua

La Graciosa no es ajena a las desigualdades estructurales. En una comunidad pequeña, las diferencias económicas, sociales y de acceso a recursos pueden notarse aún más. Por eso uno de nuestros pilares es la justicia energética e hídrica.

Priorizamos:

  • Medidas para garantizar que nadie quede excluido del acceso a energía limpia y agua potable por motivos económicos.

  • Bonificaciones o subvenciones para instalaciones de autoconsumo en hogares con menos recursos.

  • Acciones específicas para personas mayores, con diversidad funcional o en situación de dependencia.

  • Integración transversal de perspectiva de género, clase, edad y origen cultural en todos los programas del proyecto.

🧩 Comunidad inclusiva, isla cohesionada

Queremos que La Graciosa sea un ejemplo de convivencia, cohesión social y orgullo colectivo. El desarrollo de infraestructuras verdes y soluciones sostenibles será también una oportunidad para reforzar los vínculos comunitarios y construir nuevas redes de solidaridad.

Proponemos:

  • Fomentar actividades comunitarias ligadas a la sostenibilidad (huertos colectivos, brigadas de compostaje, bancos de tiempo energético, etc.).

  • Integrar al sector turístico en el respeto a la cultura local y las necesidades de la población residente.

  • Potenciar la memoria oral y la historia reciente de la isla como inspiración para el cambio.

📣 Una transición justa es una transición democrática

Sin justicia social no hay justicia climática. Los grandes desafíos ecológicos del siglo XXI —crisis energética, escasez de agua, pérdida de biodiversidad— no pueden resolverse sin transformar también las relaciones sociales, económicas y de poder que los provocan. Desde El Sol de La Graciosa apostamos por un modelo en el que cada persona pueda vivir con dignidad, acceso equitativo a los recursos y capacidad de decisión sobre su futuro.

🌞 La energía que transforma es la de su gente

La verdadera revolución no es técnica: es humana. La Graciosa tiene una oportunidad única de liderar un modelo en el que la sostenibilidad no se impone desde arriba, sino que se construye desde abajo, con la fuerza de su gente, su sabiduría comunitaria y su voluntad de cambiar sin perder su esencia.