El Sol de La Graciosa refuerza su compromiso con una gestión hídrica sostenible, responsable y adaptada a las particularidades de la isla
El Sol de La Graciosa mantiene un seguimiento activo y constante de todo lo relacionado con el ciclo del agua en la isla, en coordinación con las entidades competentes y en línea con su objetivo de alcanzar la soberanía hídrica antes del año 2030. Esta labor implica no solo la observación crítica y propositiva del sistema de abastecimiento actual —que depende del transporte de agua desde Lanzarote mediante tuberías submarinas—, sino también la evaluación de su eficiencia, pérdidas y vulnerabilidades.
Uno de los focos prioritarios de atención es el proceso de depuración, actualmente en fase de rehabilitación. Se trata de una infraestructura clave para garantizar el saneamiento adecuado y minimizar el impacto medioambiental, especialmente en un espacio natural tan delicado como el de La Graciosa. El proyecto contempla su próxima puesta en servicio bajo parámetros técnicos más exigentes, y con la intención de incorporar soluciones circulares como el aprovechamiento del agua depurada para usos secundarios.
Paralelamente, El Sol de La Graciosa participa activamente en el diseño y planificación de una futura planta desaladora en la isla. Este proyecto estratégico permitirá avanzar hacia una mayor autonomía en la producción de agua potable, reduciendo la dependencia del continente insular y disminuyendo la huella ecológica del sistema actual. Se priorizan tecnologías limpias, eficiencia energética y un modelo de gobernanza que incluya la participación ciudadana en la toma de decisiones.
Nuestra visión es clara: contribuir a una gestión hídrica sostenible, transparente y adaptada a las verdaderas necesidades de La Graciosa. Sabemos que el agua no solo es un recurso vital, sino también un derecho que debe garantizarse con equidad y responsabilidad. Por ello, promovemos campañas de concienciación sobre el uso eficiente del agua, y trabajamos junto a la comunidad para incorporar hábitos de consumo respetuosos y resilientes frente a los retos del cambio climático.
El agua, como la energía, forma parte del núcleo estratégico de la transformación que impulsa El Sol de La Graciosa: una isla inteligente, viva y autosuficiente que sabe cuidar lo que la hace única.
